En los últimos años escuchamos hablar mucho acerca de la Biodinamia, y claro está, el vino no podía escapar a ella. El vino biodinámico está dentro de los llamados “vinos ecológicos” junto con los orgánicos, pero su metodología de elaboración es mucho más compleja que la de estos últimos. A la hora de hablar sobre el vino biodinámico hay que tener en cuenta que no solo es un tipo de vino sino también una filosofía de vida en la que se conjuga la ciencia, el trabajo y la auto sustentabilidad natural en una plena conexión entre la tierra y el espacio.
Se rige con el principio de Rudolf Steiner, padre de la biodinamia, donde expresa que todo lo que viene de la tierra tiene que volver a ella después del proceso de producción, por lo que todo compuesto que se utiliza en su elaboración es obtenido de la naturaleza sin intervención de procesos industriales. Es así como se utilizan preparados vegetales y minerales como aditivos de fertilización y el uso de un calendario astronómico que rige las épocas de siembra, cura y cosecha de la uva.
"La vitivinicultura orgánica ayuda a preservar las características de los viñedos antiguos de Mendoza. De allí se desprenden varios puntos, pero la clave es la sustentabilidad del medio ambiente. Por la preservación de la fertilidad de los suelos, el agua y la calidad del aire a través de los equilibrios naturales y la biodiversidad, las plantas están nutridas y tienen un ecosistema saludable", dice el enólogo Gustavo Caligiore acerca de la sustentabilidad que procuran sus plantaciones vitivinícolas. De hecho, algunas de las vides usadas por Caligiore superan los 75 años, por lo tanto, el énfasis en la longevidad está en la lista de prioridades. Los vinos de Caligiore se consideran profundos y con alto nivel de concentración.
Así, interpretando la esencia de la tierra mendocina, desde la cuna más tradicional de los grandes vinos argentinos, nació la idea fundamental de este proyecto, crear la primera línea de vinos ecológicos Premium de Argentina, elaborados y certificados de acuerdo a estándares internacionales de producción orgánica y brindar así al consumidor la alternativa de disfrutar vinos de alta calidad, sensorialmente complejos, dónde se resalte el potencial del terruño; elaborados de manera diferente, particular, respetando siempre la naturaleza.
Bodega Caligiore elabora la Línea 4 Vacas Gordas y Caligiore en el que encontramos Bonarda, Syrah y Malbec. Es en éste último en el que vamos a detenernos. La producción de la bodega es 30000 botellas de ésta cepa y tiene origen en un viñedo que data del año 1930 a una altitud de 900 msnm, en suelos Franco arcillosos, pobres en materia orgánica, muy bien drenados y subsuelo con canto rodado. Es un vino joven que pasó 8 meses en tanques de acero inoxidable y 3 en botella.
Fiel a la cepa es de profundo color púrpura con tonos violeta. En nariz se presenta agradable en combinación con frutos negros y violetas con delicadas notas balsámicas y tostados lo que aporta gran complejidad dando marco a la tipicidad del varietal. Una entrada dulce en boca, con taninos maduros le otorgan textura y profundidad, tiene acidez firme hace que lo hace un vino fresco y vivaz con un largo final. Ideal para acompañar carnes rojas, pastas y quesos maduros.
Cada vino es una creación que conjuga el trabajo del hombre y el alma de la tierra para expresar la esencia de ambos y, casi como una obra de arte, conmover a quien la contempla. Este es el concepto que encierran los vinos Caligiore.
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