miércoles, 14 de junio de 2017

Tempus Alba Pleno: definiendo personalidad

El enfoque de Darío Le Bihan


    Pensar el tiempo es dar cuenta de que lo infinito es finito. Él funda la vida, pero la determina. Es una vara de metal que tratamos de estirar y a la que sólo podemos torcer hacia un lado u otro, pero siempre tendrá la misma longitud. Es amigo de los momentos de placer y ocio interminables y su propio enemigo. Así, el encuentro familiar se lo disputa con los requerimientos diarios de los quehaceres domésticos, el trabajo, el estudio, el esparcimiento y el descanso. Pero las gotas de tiempo salpican eventualmente una mesa y provocan que afortunados se reúnan. El sol se oculta y la noche trae la cena. Y es en una del 2001 cuando paradójicamente nace Tempus Alba. Bodega ubicada en la localidad de Coquimbito en el departamento Maipú de la provincia de Mendoza. Lugar que durante los siglos XIX y XX se caracterizó por ser mayormente vitivinícola, frutícola y una importante actividad industrial.

    Tempus Alba nace del interés por dar valor a las excelentes uvas que se producían en sus viñedos a partir de la elaboración de vinos propios con el lujo de crear sin tener la presión de vender. Es esa la filosofía que dá origen al nombre de la bodega que significa “el tiempo del amanecer”. Fue la luz del este la que trajo el desembarco de los abuelos en ésta tierra, allá por los comienzos del siglo pasado y su decisión de afincarse en la provincia, en busca de una vida próspera y un lugar donde dar comienzo a una familia. Cinco generaciones vieron fructificar las vides hasta que con el nuevo siglo llegó la transformación de las uvas en vino. Los cepajes implantados en las fincas “La Alborada”, “El Retorno” y “San Antonio” están constituidos por las variedades Cabernet Sauvignon, Malbec, Tempranillo y Sangiovesse, Merlot, Syrah, y variedades blancas como Semillón, Sauvignon Blanc y Chardonnay.


    Tempus Pleno 2010 es un blend de 65% Malbec, 35% Cabernet Sauvignon que no siempre respeta ésta composición. Año tras año el Enólogo José Luis Biondolillo opta por las cepas y porcentajes que formarán parte de la botella. Tempus Pleno es dueño de un intenso y profundo color rojo, notas negras y gran brillo, que no ha cedido en su largo paso por madera. Se aprecian los aromas a frutos rojos muy maduros y pimientos rojos con notas de vainilla y chocolate aportadas por quince meses de crianza en barricas de roble de primer uso. Es un ejemplar con gran personalidad y estructura muy frutada. Sin asperezas ni incomodidades presenta taninos maduros con una sinfonía de sabores. Pleno es la expresión de lo creado desde los albores de un nuevo día con la brisa que besa las uvas desde Los Andes, levantando el fresco rocío de la noche y dando paso a la pasión de amar el vino desde las raíces.

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