Defectos del Vino
Lo que queremos decir con ‘este vino tiene corcho’, una frase que se suele emplear y que, en muchos casos, no tenemos conciencia de lo que significa. Si oímos que alguien dice ‘este vino tiene corcho’ después de catarlo, o dicho de otra forma, está acorchado o sabe a corcho, el mensaje no es tan literal como parece. Lo que significa realmente es que este que podemos denominar como ‘efecto corcho’, proporciona al vino un olor y sabor húmedo y mohoso que es debido a una infección de bacterias que ha contagiado al corcho, y que de éste pasa al vino.
La culpa de esto la tiene lo que los expertos llaman TCA (Pentaclorofenol, o Tricloroanisol), que puede estar en el corcho incluso antes de sacarlo del alcornoque. Esto puede deberse al exceso de uso de productos insecticidas directamente sobre el árbol, por ejemplo, o al agua clorada que se usa para esterilizar los corchos. Conscientes de ello, los elaboradores tienen un gran cuidado en lo que a higiene y calidad se refiere, además de llevar a cabo exhaustivos proyectos de investigación.
Si os preguntáis si esto puede afectar a la salud del ‘bebedor’, os diré que no. No es algo que sea tóxico para la salud ni que nos vaya a sentar mal de alguna otra manera. El olor o sabor a corcho en si mismo es un defecto, pero no algo insalubre.
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