El enfoque de Darío Le Bihan
En la misma época, y desde hace 21 años, se lleva a cabo el Salón del Vino de Alta Gama en Córdoba. Con el imponente marco de la Capilla neogótica del Paseo del Buen Pastor, que fuera restaurada en 2007 para rescatar su planta en cruz griega, se recibieron a los más de mil visitantes que durante dos días se dieron cita en el lugar.
El Salón del Vino de Alta Gama, pretende mostrar afamadas Bodegas con sus más preciados y distinguidos logros. Así, en un recorrido que nos transportara a finales de la Edad Media dónde Arte gótico tuviera su esplendor, pude apreciar y degustar los productos de las Bodegas, que se contaban por docenas.
Destacados Sommeliers de la ciudad dieron cuenta de los atributos de lo que incansablemente sirvieron durante las cuatro horas que duró cada jornada.
En mi camino encontré un Shiraz 2013 de la Bodega Pyros, San Juan, con recuerdos de frutas rojas frescas y mermeladas, con una delicada complejidad, y estructura con taninos dulces, sedosos y con final elegante y persistente.
Nieto Senetiner me permitió encontrarme con un afamado Don Nicanor Blend 2010. Vino de perfil definido e intenso, de color rojo profundo. Con aromas que se combinaban con las delicadas notas a vainilla, que luego de un paso por decanter, encontraban su máxima expresión.
Pasos adelante, un clásico Malbec Killka de Bodega Salentein refleja la típica fruta de malbec, ciruelas frescas y moras, amable, redondo y de largo final.
A ésta altura de la noche, entre los cuatro murales que se erigen en la capilla, y en un caminar displicente, Casa Boher me presentó un Cabernet Franc limpio y brillante. Gran intensidad y lágrimas bien definidas.
Quesos y fiambres pretendían armonizar la experiencia y cortar la sensación con la que el alcohol embebía nuestros paladares. Entonces, un Linda Flor, blend de Malbec y Syrah, puso la presencia justa para el maridaje con la sal de los bocadillos.
"Un buen vino necesita crianza, parte del tiempo en barrica y parte en botella para que logre su desarrollo", dice Carmelo Patti, un Autor que elabora pequeños lotes para exportación, quien puso en mesa el clásico Cabernet Sauvignon 2007 muy estimado por paladares entendidos. Potente y de excelente estructura. Luego se le sucedíeron un Sapo de Otro Pozo, y un premiado Renacer Malbec 2013.
Pero el Sushi pedía un espumante para cerrar la noche, y se lució un ejemplar importado por Bodegas Renacer. Prosecco Brut Zardetto, un vino espumoso italiano de alta gama. Que con flores blancas, damascos y hierbas creaban una nariz sumamente atractiva. En boca las notas cítricas, flor de naranja y burbujas delicadas proponían un final muy amable. Un sitio mágico en el que el arte y la iluminación entregaban el contexto que sólo, los más afamados vinos y los amigos, podían completar.