jueves, 31 de agosto de 2017

Efemérides

31 de Agosto: día del Cabernet Sauvignon


     Hay variantes, sobre el día, algunas menciones dicen que va del 27 al 31 de Agosto, pero hay mas menciones sobre el ultimo día del mes, y voy tomar esa para brindar por el rey de las uvas tintas. Tomó su nombre de las dos variedades progenitoras; Cabernet Franc y Sauvignon Blanc; Cabernet viene de la deformación de cavernícola, Cabernet y Sauvignon de salvaje. Cabernet Sauvignon seria cavernícola salvaje o salvaje de las cavernas.
     
     De origen francés, es una de las más reconocidas a nivel mundial, con una muy buena adaptación en numerosas zonas de todo el mundo. Producto del cruce entre la Cabernet Franc y la Sauvignon Blanc. Es una variedad de fácil cultivo que se adapta a una gran variedad de suelos, climas y latitudes. A pesar de todo ello, la Cabernet Sauvignon siempre mantiene su particular carácter.

     La uva Cabernet Sauvignon es la segunda más cultivada a nivel mundial con Francia (especialmente Burdeos) en primer lugar, pero también cultivada en Italia, España, Portugal, Grecia y, básicamente, en todos los países productores de vino. Es una variedad vigorosa, de brotación medio-tardía. Los granos de una tonalidad de profunda pigmentación oscura, pequeña y esférica, con un hollejo grueso que le proporcionan al vino un marcado carácter tánico. En boca dan una fuerte sensación astringente. En general los vinos de Cabernet Sauvignon son de un tono rojo intenso, con aromas frutales, florales y herbales. Cuando tiene crianza es un vino ideal para carnes rojas a la brasa o asados. Mientras que para guisos de carne se recomienda un Cabernet Sauvignon más joven.
    
     Feliz día al rey de la uvas tintas!
     Salud y buen vino!

Fuente: blackwines.wordpress.com




martes, 29 de agosto de 2017

Premium Tasting 2017

Un evento que dio en el blanco

     Premium Tasting es, qué duda cabe, la cata profesional de vinos más importante de Argentina, y que este año incorporó la novedad para los gatekeepers internacionales y para los consumidores nacionales: la soberbia calidad de los vinos blancos de Argentina. Organizada por Nicolás Aleman desde el 2010 es ya un clásico mega-evento nutrido por profesionales, prensa especializada, bodegueros, enólogos y wine lovers de todos los puntos del país.

  Más de 1000 botellas abiertas de 36 vinos entre los mejores puntuados por catadores internacionales; 500 personas degustando, un ejército de 80 sommeliers sirviendo, 3000 copas de cristal sobre las mesas, al frente tres calificados especialistas, Paz Levinson, una de las cuatro mejores sommeliers del mundo, Tim Atkin, Master of Wine y uno de los críticos de vinos más célebres, Flavia Rizzutto, mejor sommelier de Argentina.

  Disfruté enormemente la dirección moderada, precisa y sin estridencias de estos grandes profesionales; cada palabra, cada apreciación, cada explicación de Paz Levinson, no hace más que subrayar su gran crecimiento profesional y personal. Por su parte, Tim Atkin se portó como un verdadero lord inglés, informado y medido. Un aplauso para ellos.

     Acompaño la Premium Tasting desde la primera edición en 2010 y me atrevo a afirmar que este año fue superadora. La forma en que se dividieron los flights (tandas de vinos a degustar) por zona, características, varietales, clásicos, alturas y latitudes, fue una de las más originales y mejor orientadas al consumidor. Este orden permitió comparar no peras con manzanas, sino peras con peras, algo que muchas veces no se tiene en cuenta en una degustación con tantos ejemplares, donde se suele ir de vinos de menor a mayor complejidad, sin tener en cuenta la enorme gama de matices que existen entremedio.

    Mención necesaria al servicio de la Escuela Argentina de Sommeliers; trabajo ajustado, buen ritmo, excelentes temperaturas de servicio y pocas copas con defectos; en lo personal encontré sólo 2 de 36 vinos catados con algún defecto sensorial. El porcentaje es muy bajo.

     Las copas Reveal Up, de Rcristal utilizadas en la cata, sumaron una nota de elegancia y técnica, ya que el formato tulipa permite una mejor aireación de los vinos, a la vez que dirige de forma efectiva los aromas, y permite una curvatura en la lengua que facilita la correcta percepción de los taninos en el caso de algunos tintos.

Dar en el blanco


    Sí, incorporar 6 blancos a la cata fue un acierto. No sólo porque significaron un oasis para los paladares atestados de taninos y alcoholes altos, sino porque mostraron que Argentina está en su mejor momento con los blancos.

     Tres vinos de corte: White Blend 2016 de Susana Balbo – Semillón, Torrontés y Sauvignon Blanc- Piedra Negra Gran Lurton 2016 – Tocai, Chardonnay y Pinot Gris- y Altar Uco Edad Media 2015 de Juampi Michelini – Sauvignon Blanc, Chenin Blanc- dejaron en claro que no tenemos nada que envidiar a los blancos europeos en frescura, estilo, y creo que vamos ganando en originalidad.

   Además, un Chardonnay filoso y mineral, como el Finca Suárez 2016, un Torrontés floral, simpático y divertido, como El Esteco Old Vines 2016 y un clásico de la elegancia como el Lágrima Canela 2016 de Walter Bressia, completaron esta muestra, que despertó muchos elogios entre los catadores.

Mis villanos favoritos

     Son por supuesto los tintos, ¿qué otros? La calidad de todos los tintos presentados fue excepcionalmente pareja este año. Difícil elegir, pero siempre sobresalen algunos. Aquí mi ranking:


- Tikal Malbec – Cabernet Franc, la línea premium de Ernesto Catena, que ha tenido 94 puntos por Wine Spectator, es en efecto un ejemplar soberbio. El Malbec aporta dulzor, elegancia y amabilidad, a la vez que el Cabernet Franc suma cierta frescura salvaje, agarre y jugosidad.

Altavista single vineyard Temis 2013 Malbec. Didier del Bono y Paula Alfonso lograron un Malbec complejo, con excelente peso en la boca, buena sucrosidad, pero equilibradamente goloso, tostado equilibrado. En camino de convertirse en un clásico.

Pulenta Estate Malbec 2013 de Finca Don Antonio. Expresa lo mejor del Valle de Uco, la nariz evoluciona con capas de aromas, mentolados, especiados, higos, fruta fresca, flores y mucha violeta. Elegante, firme y bien lubricado en boca.

Cheval des Andes 2013. Emblema de los grandes vinos de alta gama; es Malbec 67% Malbec, 25% Cabernet Sauvignon, 8% Petit Verdot. Un bon vivant, fogoso, fresco, alegre, y también musculoso, un deportista francés de alta competencia.

Mendel Finca Remota 2014. Sigo enamorada de los vinos de Roberto de la Mota, no puedo ni quiero evitarlo. La boca de este vino es completa, tiene agarre, textura fina, realce, dulzor, jugosidad y una nariz que se va manifestando con un amplio bouquet a lo largo de los minutos.

Estancia Los Cardones Tigerstone Malbec 2014. Un logro de Alejandro Sejanovich. De viñas ubicadas en Tolombón, Salta; un tinto de los valles calchaquíes que se presenta con una entrada en boca confiado, directo, en nariz flores silvestres, algo de tomillo, muchas especias y verduras diversas; original.

Matervini Alteza 2014. También del norte, esta vez de Yacochuya, Cafayate. Roberto Cipresso logró un vino cuyo largo de boca se destaca muy por encima de otros; ese interesante aroma a azufre, mina de lápiz y fruta fresca, combinado con una boca que balancea a la perfección los taninos fuertes y el dulzor, lo convierten en un destacado.

Polígonos San Pablo Malbec 2015 de Seba Zuccardi se destacó en el flight de los vinos de Gualtallarí 100%. Concentración, equilibrio, buena acidez y expresividad, un cuarteto imbatible.



Fuente: eltriunfodebaco.com.ar








domingo, 27 de agosto de 2017

Nuevos y pequeños productores: jóvenes con ganas de hacer vinos curiosos

En la última Premium Tasting, realizada en Mendoza, se ofreció un seminario sobre nuevos y pequeños productores. Cómo es la movida y cuáles seguir.


     Mientras que en el vino argentino se discute cada vez más sobre al concentración de la industria, tanto en materia de producción como de oferta, una realidad atomizada de nuevos proyectos de vino salpica el polo apuesto con pequeñas pero consistentes manchas de rico vino. Son los nuevos y pequeños productores, encargados de traerle una bocanada de aire fresco al asunto.

     Más cercanos a unos emprendedores que a unos bodegueros, que se lanzan a elaborar vinos por el gusto de hacerlo y, sobre todo, por el gusto de probar cosas nuevas, en el mercado local y a cuenta gotas emergen proyectos unipersonales, familiares o de micro escala que vienen a ponerle nuevo sabor a la góndola. Y ocupan, precisamente, los lugares vacantes que deja la industria.

    Por ello, en la última Premium Tasting, la cata de vinos íconos de Argentina organizada por Nicolás Alemán y el Hotel Intercontinental de Mendoza, ofreció una seminario en el que algunos de ellos expusieron sus vinos. La mesa en cuestión, tenía un lindo sesgo: todos los peequeños productores estaban por debajo o apenas en los 40 años; con ideas propias sobre qué debe ser un vino; y vinculados a la industria del vino como enólogos o comerciales.

     Algunos productores, como Traslapiedra, incluso son un colectivo de amigos, mientras que otros, como los vinos Pala Corazón una apuesta familiar, o como en el caso de Paso a Paso, un enólogo y un agrónomo asociados para buscar nuevos sabores, o Contento Wines de Federico Schneidewind, periodista de Rosario metido a elaborar vinos.

Los pequeños productores y los grandes

     Los mencionados no son los únicos pero sí buenos ejemplos. También es interesante lo que sucede en colectivos como PIPA, Productores Independientes de Paraje Altamira, que ya tienen personería jurídica, y que busca, con una definición algo imprecisa sobre qué es ser independiente, ofrecer sabores auténticos de Altamira.

     Entre algunos productores destacados de PIPA, conviene tener en cuenta el trabajo de Lupa, Finca Suárez, Chakana, Finca Beth o La Igriega. Son, en pocas palabras, medianos y pequeños productores  de uva que se lanzaron a embotellar sus propios vinos para sostener y empujar el prestigio de la región que los nuclea.

     Distinto es el caso otros pequeños productores que van por la libre, por así decirlo, como Desquiciado Wines o Polos Opuestos. En ambos casos se trata de enólogos que trabajan en bodegas exitosas y que lanzan al mercado vinos de inspiración personal. En Patagonia, un ejemplo de esta movida, es Puppato, el proyecto personal del enólogo de Familia Schroeder.

     Como contrapartida de esta movida, sin embargo, cada vez más bodegas grandes abonan la idea de que los enólogos pueda tener sus proyectos personales. Desde Daniel Pi, director de enología de Grupo Peñaflor, a David Bonomi, hoy en Norton, o Luis Reginato, agrónomo de Catena, que elaboran vinos propios, como Tres14, Analúa y Chamán. ¿La razón?

Diversidad de los pequeños


     Algo que quedó claro en el seminario de la Premium Tasting el jueves pasado, es que la capacidad creativa de los pequeños proyectos es mayor. Precisamente porque en cada movimiento arriesgan menos y, porque al arriesgar, lo hacen en líneas gustativas poco exploradas aún a fin de maximizar el esfuerzo. Así resultan vinos como Paso a Paso Bonarda 2016, el raro de Pala Corazón Garnacha 2017, Livvera Malvasía 2016 y Desquiciado Cabernet Franc 2016. Todos vinos que corren sus riesgos gustativo –no son para cualquier paladar, pero sí para uno que busque rarezas atractivas– pero vinos en toda ley.

     En un punto medio, hay otros productores que ya ganaron escala media y que hicieron de una reacción hacia los sabores establecidos su bandera, como los hermanos Michelini, encabezados por Matías. De esta tanda, conviene probar @michelini Pinot Noir 2015 y el raro y ahora bien logrado Vía Revolucionaria Torrontés brutal 2016.


Ventajas y desventajas de lo pequeño

     Trabajar en escalas pequeñas tiene sus bemoles. Los más difíciles resultan de los elevados costes de hacer las cosas con poca escala. Pero también, la posibilidad prestar más atención a detalles. En las bodegas grandes, en cambio, la economía de escala subvenciona bien los costos, pero las dimensiones de los detalles se pierden un poco. El secreto para cuidarlos, en estas últimas, es darle rienda suelta a los enólogos para crear. Y eso es precisamente una movida que se viene.  Por ejemplo, Peñaflor tiene en la gatera una movida al respecto. Pronto se dará a conocer.






viernes, 25 de agosto de 2017

El INTA, en camino a conocer más a fondo el bonarda local

El organismo, con fondos propios y también de Coviar, emprendió un proyecto para caracterizar química y sensorialmente vinos de distintas zonas de la provincia. La investigación lleva dos años de trabajo en campo.


     El INTA está investigando el cepaje bonarda para conocer su composición química detallada y las características organolépticas de sus vinos, así como analizar el impacto en la calidad química y sensorial del producto final, de diferentes factores como el origen geográfico y la aplicación de ciertas herramientas vitivinícolas.

     El trabajo expuesto por Martín Fanzone, investigador del INTA, en el marco del IV Concurso Bonarda Argentina, es un proyecto multidisciplinar, generado desde INTA y cofinanciado por Coviar. Para su desarrollo colaboran la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas y los Centros de Desarrollo Vitícola, con el aporte del material vegetal para el estudio. Consultado sobre el tema, Fanzone -quien se desempaña en el Laboratorio de Aromas y Sustancias Naturales de la EEA Mendoza INTA- explicó que llevan dos años de investigación de un proyecto que durará 5 años.

     “Lo que en el fondo se busca con este proyecto -afirma Fanzone- es valorizar el varietal Bonarda, el segundo varietal más importante en Argentina luego del Malbec, dentro de las variedades tintas. Nos impulsa el posicionamiento que puede llegar a obtener a nivel mundial, sobre todo por la ventaja competitiva de ser nuestro país el lugar donde más se produce Bonarda en el mundo”.

     Fanzone amplía diciendo que “el hecho de conocer la influencia que puede tener la zona de cultivo y ciertos manejos significaría lograr potenciar la calidad de este producto, al acceder al conocimiento de cómo realizar diferentes estilos de vinos en las localidades en las que se cultiva el cepaje. De esta manera, finalmente se podría contar con una carta de vinos Bonarda, que sea compatible con los otros varietales que ofrece Argentina en el mercado nacional y mundial”.

  La variedad bonarda se encuentra principalmente en la provincia de Mendoza, alcanzando aproximadamente el 84% nacional. La primera etapa de este estudio del INTA fue exploratoria, para conocer la distribución dentro de Mendoza. De los casi dos años de desarrollo del proyecto “los resultados preliminares -señala Fanzone- muestran diferencias claras, entre distintas localidades, en la composición química general y en parámetros individuales que apuntan a ciertos atributos de calidad”. Agregó: “Por lo tanto esto nos está indicando la premisa de obtener diferentes materias primas que pueden ser utilizadas para diferentes estilos y gamas de producto”.

Bonarda para todos los gustos

     El ensayo se realizó durante la temporada 2016 en viñedos comerciales bonarda implantados en 16 regiones vitícolas de Mendoza, Argentina. Los vinos obtenidos fueron sometidos a la determinación de parámetros analíticos generales (acidez total, ácidos orgánicos, pH, acidez volátil, alcohol, azúcares reductores), parámetros fenólicos globales (fenoles, taninos y antocianos totales, pigmentos poliméricos y parámetros de color), compuestos fenólicos individuales, compuestos odorantes volátiles, y a un análisis sensorial descriptivo a través de un panel de jueces entrenados.

   En general, los vinos evaluados presentaron niveles similares de los parámetros analíticos generales, destacándose la zona de El Peral y La Arboleda (Tupungato), con vinos de menor contenido de alcohol y pH, y mayor acidez respecto al resto. La dispersión observada respecto al pH estuvo correlacionada a los niveles de potasio determinados en las uvas al momento de cosecha, indicando una variabilidad inherente a las condiciones agroecológicas de cada región.

Por el contrario, los parámetros fenólicos globales y de color mostraron diferencias significativas entre las zonas evaluadas, con mayores niveles de antocianos, pigmentos poliméricos y color en los vinos de Tupungato, Maipú y Luján de Cuyo. Por su parte, el estudio de los compuestos odorantes volátiles (se determinaron 36) mostró diferencias significativas entre las muestras evaluadas.

     La zona de Rodríguez Peña, Junín, se caracterizó por presentar vinos con una tasa superior de los distintos grupos químicos evaluados, en tanto los vinos de las zonas de Fray Luis Beltrán, en Maipú; La Palmera y El Plumero, en Lavalle, y La Colonia, en Junín, mostraron los niveles más bajos de ésteres, ácidos y alcoholes, respectivamente.

     Finalmente, el análisis sensorial reveló una clara influencia de las condiciones agroecológicas en las características organolépticas de los vinos. Los vinos de Luján de Cuyo y Maipú fueron descriptos como más astringentes y coloreados respecto al resto.
Los vinos de Tupungato y las mencionadas zonas de Lavalle, se caracterizaron por una mayor acidez percibida, aromas balsámicos (eucalipto) y frutados, y un intenso matiz violeta. Por último, los vinos Bonarda de las regiones noreste y sur de Mendoza mostraron menos color y un carácter más herbáceo.

     Estas observaciones revelan información inédita sobre la variedad Bonarda, que se verificará en un segundo año de estudio, en el cual se evaluará adicionalmente su comportamiento bajo dos sistemas de conducción (espaldero y parral) en las mismas zonas consideradas. La caracterización química y sensorial de vinos de la variedad Bonarda-Argentina, de distintas zonas geográficas de Mendoza, permitirá identificar la potencialidad enológica-química de cada zona para la obtención de distintos estilos de vinos destinados a diversos mercados.
  

miércoles, 23 de agosto de 2017

Labores fundamentales: el orígen

El enfoque de Darío Le Bihan


   El vino tiene su origen en la viña y el encargado de sus primeros pasos es el viticultor. Él debe poner los medios necesarios para conducir el cultivo del viñedo en el sentido de lograr estos objetivos. Tiene la potestad de hacer variar voluntariamente la expresión de la cosecha. Algunas de sus labores son fundamentales y determinan la producción de vinos de calidad. La poda tiene por principal objeto equilibrar o adecuar la producción del viñedo. Es importante para conseguir cosechas regulares, siendo preciso hacerlo anualmente y se realiza en invierno antes de la brotación de la vid.

     Otra operación que se puede realizar en el viñedo, es el raleo de frutos. Esto consiste en desechar eliminando una cierta cantidad de racimos de uvas para equilibrar la cantidad de uva con la superficie foliar. El viñatero también lleva acabo el defoliado o eliminación de las hojas más viejas y fotosintéticamente menos activas, situadas en la base de los brotes, para mejorar las condiciones de aireación e iluminación de los racimos, reduciendo el riesgo de podredumbre y aumentando la maduración de los mismos, especialmente en polifenoles.

     Se ocupa de la fertilización que tiene una función muy importante en la fisiología de la vid, así como también en la calidad y cantidad de vendimia producida. Los grandes vinos proceden generalmente de suelos pobres en compuestos fertilizantes, pero no obstante en algunas ocasiones se hace necesario las correcciones mediante los oportunos abonados o enmiendas del suelo. El riego es otro de los factores más importantes de las tareas a realizar para controlar el vigor del viñedo, debiendo aplicarse únicamente para favorecer el desarrollo cualitativo de las uvas, y nunca para aumentar la cantidad de la cosecha.


     La Bodega Tierra del Huarpe, fija sus comienzos en el 2001, cuando un grupo de emprendedores viñateros, además de hombres de negocios, se autoconvocan con el objeto de aunar esfuerzos y potenciar capacidades para elaborar ellos mismos sus vinos. En el Valle de Tulum, San Juan, Argentina, se encuentran los viñedos propiedad de los socios de la bodega, de donde provienen las uvas que año a año ingresan a la misma para su elaboración. De la más refinada selección de viñedos, destacando las características de los distintos terroirs, nace 7 Viñas, una línea de varietales frescos, jóvenes y frutados.

     7 Viñas Syrah 2016 muestra una carta de colores con rojos  y violáceos  plenos, gran intensidad y matices. Sus aromas dan presencia etérea de vainillas, toques balsámicos de mentas  y algunos recuerdos de confituras. La boca se embelesa con su entrada suave y armoniosa en donde los taninos no presentan filos pero sí estructura. Son redondos, aterciopelados y persistentes, aportando untuosidad y elegancia para un gran final. Un Syrah sanjuanino, en el que siete viñateros conocedores de su origen y camino transitado, llevaron a una sublime expresión.

Beber vino de manera regular reduce el riesgo de padecer diabetes, según estudios

Beber vino tinto tres a cuatro veces a la semana reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un estudio reciente realizado


      Beber vino tinto tres a cuatro veces a la semana reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un estudio reciente realizado por investigadores daneses.


    El estudio, llevado a cabo en más de 70.000 personas durante más de cinco años, fue publicado en la revista médica Diabetología y supervisa la cantidad y la frecuencia con la que bebieron.por investigadores daneses.
    
     Los resultados revelaron que el consumo moderado de vino tinto de tres a cuatro veces a la semana reduce el riesgo de diabetes tipo 2 en la mujer en un 32%, al tiempo que reduce el riesgo en el hombre en un 27%. Se constató que el vino tinto es particularmente beneficioso para reducir el riesgo de desarrollar diabetes debido a que los polifenoles del vino tinto ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, según el estudio.

     Los hombres que beben una a seis cervezas a la semana también redujeron su riesgo de diabetes pero en un 21% y, curiosamente, no se redujo nada el riesgo en las mujeres. Por otro lado, un elevado consumo de bebidas alcohólicas entre las mujeres aumentó significativamente el riesgo de diabetes, mientras que no se observó ningún efecto en los hombres.

     Los expertos advirtieron que los resultados no deben ser tratados como “luz verde” a beber en exceso en los hombres, y recomiendan no sobrepasar nunca las 14 unidades de alcohol a la semana. “Hemos descubierto que la frecuencia tiene un efecto independiente de la cantidad de alcohol tomada. Es mejor beber alcohol en cuatro porciones repartidas en lugar de todo a la vez en un solo día”, dijo el profesor Janne Tolstrup, del Instituto Nacional de Salud Pública de la Universidad del Sur de Dinamarca.


     El estudio también encontró que beber moderadamente vino, aunque solo sea un par de veces a la semana, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebro-vasculares.

Fuente: licoresreyes.es





martes, 22 de agosto de 2017

NOTICIAS / VINOS DE AUSTRALIA

Australia domina el mercado de los vinos con tapón de rosca


     Australia domina el mercado de los vinos con tapón de rosca. Desde su introducción en Australia en el año 2000, los tapones de rosca dominan el mercado del vino australiano. Actualmente, el 99% de las botellas producidas por bodegas locales presentan este tipo de cierre, lo que convierte al país en el primero en utilizarlo de forma casi exclusiva.

     A pesar de que el corcho ha sido el cierre base desde el siglo XVIII, la escasez de oferta de un material de calidad en los años 70 inició la transición a los tapones de rosca. En aquella época, los zapatos de corcho se pusieron de moda y los diseñadores internacionales fueron los que pudieron adquirir los mejores suministros de corcho de Portugal, pagando una prima. En segundo lugar, se podían hacer con él los mejores y más antiguos productores de vinos europeos. Así, Australia se encontraba de forma continua con un producto inferior. Un corcho de mala calidad puede estropear el vino, al contaminarlo con el hongo tricloroanisol (TCA), que crece en el corcho.

     Según publica ‘The Sydney Morning Herald’, los innumerables lotes de vino estropeados en estos años llevaron a un pequeño grupo de bodegas de Australia Meridional a experimentar con otro tipo de cierre. Tras un período de pruebas con nueve métodos diferentes, los tapones de rosca demostraron que el sabor y el equilibrio de los vinos se mantenían en las botellas selladas con estos. La bodega Taylors Wines introdujo las primeras botellas de vino con tapones de rosca. Las regiones vinícolas siguieron el ejemplo, ya que se encontraban con los mismos problemas de calidad.

     El éxito de este método ha extendido su uso en otros países, como Nueva Zelanda y Reino Unido. En cualquier caso, el corcho sigue siendo el tipo de cierre más común alrededor del mundo —entre el 65% y el 80% de los 36.000 millones de botellas de vino producidas mundialmente cada año—, por las tradiciones de las bodegas más antiguas en Italia y Francia, así como las costumbres de sus consumidores.



domingo, 20 de agosto de 2017

Falta percepción del malbec con Argentina

Según un estudio realizado en Estados Unidos, cada vez más lo vinculan a ese país, Chile y Francia. Sólo la mitad reconoce su verdadera cuna. Las claves.

    Desde hace años la Argentina vivitinícola intenta convencerse de la consolidación de su imágen y posicionamiento internacional gracias a la identificación con su estandarte, el Malbec. Pero, al parecer, no todos los consumidores en el mundo vino lo ven así, de acuerdo a los resultados de un relevamiento realizado por una consultora especializada en marketing de origen argentino con oficinas en Chile y Estados Unidos.

     Particularmente, en el país del Norte es donde el estudio realizado por Heráclito Conocimiento + Estrategia arroja los datos más llamativos que sustentan esa tendencia, en base a un trabajo realizado entre enero y febrero últimos. Se obtuvieron a través de entrevistas personales y telefónicas a 500 compradores, y 40 encargados de puntos de venta de vino de las zonas de Manhattan, Brooklyn, Queens (Nueva York) y Connecticut, para recabar sus opiniones con respecto al vino malbec.

     Por caso, a la hora de testear el “conocimiento espontáneo del origen del Malbec”  entre el público millenial (de 20 a 34 años) un 37% lo asoció con Argentina. El resto eligió a Chile (20%), Francia (9%) y Estados Unidos (7%), en tanto que hubo un 26% de NS/NC.

   ¿Es un porcentaje aceptable, teniendo en cuenta que Argentina se hizo conocida en el mundo vitivinícola con el malbec  como punta de lanza? La comparación con el relevamiento anterior realizado por Heráclito en ese mercado muestra que la percepción del Malbec con Argentina cayó al menos 5 puntos. En cambio, con los mayores la noción mejora: más de la mitad de los encuestados de entre 40 y 65 años respondió que el Malbec es argentino.

   Aunque crítico respecto a la eficacia de las acciones de promoción del vino argentino en el exterior, el responsable de Heráclito, Roberto Mena, rescata ese dato. El público consumidor de más de 40 años es el que actualmente tracciona el consumo de vino en Estados Unidos. En cambio, los millenials juegan al ping-pong, son cambiantes. Fanáticos de fenómenos como Game of Thrones, buscan nuevas experiencias y necesitan creer en mitos y misterios”,  compara el responsable del estudio. Con todo, el potencial es grande. Un 55% de esa franja etaria que probó alguna vez un malbec reconoció haber quedado “satisfecho” o bien “muy satisfecho” (25%), y al menos 7 de cada 10 promete “volverlo a comprar”.
Lo positivo y lo negativo
     A la hora de hacer un ránking de los varietales probados alguna vez y elegidos, nuestro malbec aparece en 4to lugar, después del chardonnay, el cabernet sauvignon y merlot. Un orden que no pasa sólo por subjetividades y tiene su importancia en un mercado con U$S 59,7 mil millones en ventas totales el último año de las cuales un 35% son de importación. Con todo, el análisis destaca qué es lo que acerca y lo que aleja al potencial comprador de vino argentino, y especialmente el malbec. En cuanto a atractivos, la presencia en Internet, sus características organolépticas (“Que  sea rico; frutoso; joven; suave; aromático; natural”), y el marketing (“un vino sea moderno, cool, divertido”, además de que “la marca haga promociones y ofertas atractivas”) inclinaron la balanza.

     Entre las opiniones negativas que pueden influir en el consumo del varietal, se enumeran varias: “No hay mucha actividad en Internet que hable sobre el Malbec”;  “El vino malbec agradable (bueno en calidad) es caro”; “No se sabe mucho de las bodegas”; “No se ve mucha publicidad sobre el Malbec”; “No está claro dónde se produce (país)”; “Otras variedades son más competitivas, con ofertas y promociones”.

     Pero ¿qué tan importante es conocer el país de origen para llevar una botella de vino? De acuerdo al análisis, y según el grado de importancia, está en 4to o 5to lugar entre los factores de decisión.             

     Antes, los consumidores priorizan la ocasión de consumo, seguido por la variedad misma y el precio, y algunos incluso ponen por delante la etiqueta también. Incluso el packaging tiene una importancia superlativa. Un 80% de los millenials le dieron valor a la etiqueta y la botella.

Chile, sin complejos

     Así como los superó futbolísticamente luego de que su seleccionado le ganara 2 finales consecutivas a Argentina, al parecer el mercado también avala a Chile como rival serio de nuestro país a la hora de hacer y comercializar su propio malbec. Al menos así lo ven los encuestados por Heráclito. Un 46% de ellos están “algo” o “totalmente de acuerdo” en que la vitivinicultura trasandina “con su propio malbec pueda ser un competidor importante” de la insignia argentina. Pero, se inclina por el país que se incline, la elección no parece ser tan fácil.

     El mar de etiquetas que inundan el mercado de Estados Unidos muestra la alta competencia existente, y a la vez complicaciones para llegar al cliente. De hecho, 8 de cada 10 de los consultados entre 25 y 40 años observaron que “la elección es complicada porque hay demasiadas marcas”.

“Los estudios nos dan que está identificado con Argentina”

     “Todos los estudios que realizamos nos da que el malbec está muy identificado con Argentina, incluso en los millenials. Tal vez asociarlo con vinos de calidad media y alta pueda llegar a afectar, por una cuestión de poder adquisitivo”, indicó Alberto Arizu, titular de Wines of Argentina con relación a las acciones y la percepción del malbec en el estudio de Heráclito.

     “Lo cierto es que Argentina hizo un desarrollo fenomenal, junto con Sauvignon Blanc y Prosecco, las varietales más dinámicas de los últimos 15 años en USA, muy superior a lo que hizo Australia con el Syrah hasta comienzos del milenio”, agregó Arizu.

     Sobre presupuesto para promoción, el titular de Wofa destacó que “aunque la gente valora más la varietalidad que el origen,  probablemente Argentina es más austera en publicidad comparada con otros países, como España, que maneja 54 millones de euros. Pero hemos sido más eficientes, porque la inversión en 19 años sirvió para desplazar a Chile del cuarto lugar”.

     En este sentido agregó que “se abrió el panorama para los malbecs latinoamericanos, pero aún son muy pocos. Construir la categoría malbec exige un trabajo grande: lo demostramos con el malbec World Day, que es su día pero directamente vincula a Argentina en el mapa mundial”.
Fuente: www.losandes.com.ar


viernes, 18 de agosto de 2017

Patagonia Argentina

¿Cuánto falta para que la Patagonia sea una potencia vitivinícola? Responde Michel Rolland (Neuquén)


    Michel Rolland, uno de los enólogos más influyentes del mundo, en su paso por Neuquén habla sobre el merlot, las nuevas camadas de enólogos y los pequeños productores. Criolla y vino naranja vs malbec. Un poco de todo en un ping pong interesantísimo con un tipo que sabe mucho. Asesora a bodega Del Fin Del Mundo desde sus inicios. Vio nacer y crecer el vino que hoy se está tomando. Dio la vuelta al mundo asesorando bodegas durante toda su vida, varias vueltas, varios mundos. Hizo vinos en 21 países, no se cuantos pasaportes, no se cuantas millas, decir mucho o todo es poco.

        El malbec en Argentina tomó un fuerte sentido en proyectos en los que Rolland participaba. Polémico, divertido, nos encontramos una fría mañana de la pasada semana en Neuquén antes de que embarcara a Mendoza.

- Si el malbec no se diera tan bien en Argentina, ¿dónde estaríamos a la hora de producir vinos?

- En la vida hay dos cosas: trabajar mucho y hacer las cosas bien. Después hay que tener un poco de suerte. Creo que para Argentina el malbec es una suerte; no tengo la menor idea de lo que sería Argentina sin malbec. Se pueden producir vinos buenos por fuera del malbec pero Argentina tiene la suerte de tener malbec, hay que seguir en ese sentido, también desarrollando cabernet sauvignon, cabernet franc o bonarda o no sé que, pero tiene el malbec bien puesto y bien fuerte, entonces hay que seguir.

- ¿De la última cosecha en Neuquén a nivel varietal el protagonista sigue siendo malbec?

- Sí, sin duda. La vida es un promedio, hace 30 años que vengo a Argentina, hace 18 años que tengo mi propio emprendimiento y entonces si yo miro atrás, cosa que no hago habitualmente porque siempre miro hacia delante, el malbec en todo caso está siempre primero.


- ¿En qué ha cambiado el vino argentino en las últimas décadas?

- Digo siempre en broma que el cambio del vino argentino en 30 años es el equivalente a un siglo en los aviones. Es un poco fuerte, pero es un poco así. Cuando llegué a Argentina decía siempre que no encontraba a mi gusto vino bueno, el gusto es el gusto, es el más importante, la gente a la que le gustaba el vino de hace 30 años no tenía el gusto internacional. Desde entonces todo cambió porque Argentina no exportaba, ahora exporta; no tenía imagen en el mundo, ahora tiene imagen. Todo ha cambiado en el buen sentido. Era un vino diferente, demasiada producción, los vinos estaban livianos, no había color; al revés, el malbec de vez en cuando estaba demasiado negro. Siempre es un lado y el otro, siempre hay que buscar el promedio. De vino muy liviano, sin consistencia pasamos a algo un poco rústico: hubo que buscar fineza entre los dos. Hoy sabemos hacer vinos más finos pero eso necesita tiempo.

- ¿Burdeos siempre ha sido una referencia para usted?

- Sí, porque nací y aprendí en Burdeos pero trabajando afuera. Hice vino en 21 países en total. Vi varias cosas haciendo vino afuera de Burdeos. Hay que adaptarse a la zona. Cuando estamos en San Patricio del Chañar estamos en Pomerol, es otra cosa. Lo mismo si hacemos cabernet sauvignon. Entonces hay que adaptarse un poco a la zona y trato de adaptarme.


- ¿Los críticos de vinos y sus puntajes de alguna manera tienen el tiempo contado?

- Lo he dicho ya. Pienso que cada uno tiene su gusto, el vino que te gusta es el buen vino. ¿Por qué uno que es escritor o catador debe tener la referencia absoluta? Eso no importa. Pienso que la gente está buscando siempre. Hemos tenido Parker, hemos tenido varios otros, pero creo que el futuro va a ser un conocimiento personal, más que una referencia a alguien más. La gente puede probar, si te gusta se acabó la historia, no hay que decir es un 94, 91, o 97. Me gustaría que la gente sea suficientemente adulta para tomar su propia decisión.

- ¿Hoy el consumidor tiene más herramientas que antes para dictaminar un juicio?

- Está Google. Podemos buscar. Hay una invasión de información ¿y qué podemos hacer con eso? ¿A algunos le gusta a otros los agobia? Donde esta la verdad está tu gusto.

- ¿Cuánto falta para que la Patagonia se transforme en la segunda región productora de vino a nivel calidad si es que aún no lo es?

- Estamos todos corriendo, queremos la cosa ya y no queremos esperar. El vino es otra cosa. ¿Conocés la broma de la gente de Burdeos? “El mundo del vino es un mundo formidable, lo que cuesta son los cien primeros años”. Empezamos hace 15 años, acabamos de hacer una vertical de Special Blend de Fin del Mundo desde 2002 para acá y el vino está perfecto, hay muy buenos. El 2010 es una cosecha increíble. Grandes vinos no se hacen todos los años. Tenemos la oportunidad de hacer 2010 otra vez, pero necesitaremos tiempo. Esa añada tuvo un clima bueno desde el principio, poco viento, poco calor, un balance fenómeno de condiciones climáticas y eso ayuda mucho a terminar con buena uva. No hay buenos enólogos, hay buenas uvas.


- ¿De qué manera se rescata el merlot del sitio donde quedo relegado?

- Los americanos mataron el merlot de manera muy simple. Cuando comencé a ir a EE.UU. en los 80, había lo que llamamos la merlotmanía, la gente quería hablar de merlot, tomar merlot, leer merlot. Como siempre había dinero todo el mundo elaboró merlot e hicieron cualquier porquería. No es fácil hacer un buen merlot. Mataron al consumidor, tenemos que volver y cuesta, pero se está volviendo.
Nací debajo de una planta de merlot y crecí con merlot y hablando de merlot por mi abuelo y padre y nunca se preguntaron si había otra cosa. El merlot fue mi cultura. Luego fui viendo otra cosa. Viajé y aprendí a hacerlo en otra zona, es una variedad que no es muy adaptable como el cabernet sauvignon. El merlot puede ser muy complicada y como la zona de Mendoza es más complicada, aquí es una excelente zona. En esta zona se pueden hacer los mejores merlots del país. En Mendoza hay que hacerlo en altura. Gualtallary o Vista flores. Hoy se puede hacer muy bueno.

- ¿Hacia dónde van las nuevas generaciones en relación al consumo de vino?

- Creo que hay que ver como los jóvenes pueden aprovechar el vino y tomar un poco más de vino que otras bebidas que no tienen sentido a mi juicio porque soy un viejito digo esto (risas) , desgraciadamente. Hay que captar la atención de los consumidores. A todo el mundo le gusta la historia, las catas, como se hace el vino, hay muchos jóvenes que están apasionados. Más que el gusto de un vino hay que captar la atención de ellos para que piensen que el vino es un poquito más cultura que tomar vodka a las tres de la mañana con amigos que puede ser simpático pero no es cultura es una manera de vivir , el vino puede ser cultura. Tenemos que poner más presión para que sea eso.



- A nivel mundial, ¿cuál es el verdadero mercado del vino, el que mueve la aguja?

- Hay un mercado fenómeno en el mundo que es EE.UU. sin duda. Esta creciendo China también, pero sin conocimiento particular, muy a ritmo de China. Plantaron una cantidad de viñedos enorme sin saber si estaban en buenas zonas. China tiene una fuerza que nunca para ni nunca va a parar. Pero el mercado esta en todos lados, cambia un poco con Francia, España, Italia que fueron lo más importantes en época de consumo, de producción lo siguen siendo, ha bajado el consumo, no el consumo mundial, el consumo de algunos mercados estrellas. Eso es buen signo pero tenemos que tener en cuenta lo que la gente quiere y todo eso es importante por el futuro. Lo bueno es que en el lapso de 30 años desaparecieron los vinos malos.

- ¿El resurgimiento de tantos pequeños productores en la actualidad qué le aportan al vino argentino?

- Es una necesidad absoluta. Antes para una gran empresa mover de un nivel de vinos a otro nivel de vinos más alto era muy complicado. Hoy un poco menos. Los pequeños pueden hacer grandes cosas que tal vez los de enorme volumen no podrían o les seria muy complejo. Los mejores malbec eran de producciones chicas. La pequeña producción ayuda a entender que se puede hacer otra cosa y mejorar lo que estamos haciendo. Eso es una necesidad absoluta.


- ¿Qué opina del resurgimiento de la uva criolla y de las apariciones de vino naranja en el mercado nacional?

- Creo que muchas veces cuando estamos pensando innovar se buscan cosas tontas. Y la criolla, he probado criolla bien hecha, pero no vamos a pensar que puede ser un futuro, no pienso que hoy puede ser un placer, antes era intomable, hoy tomable. Aún no tiene suficiente para ser un gran vino, entonces son pequeñas cosas que vienen del lado de un negocio bastante fuerte y hay algunos que hacen cosas con mucha más acidez, bueno, ¿por qué no? Es parte de una evolución normal.

- ¿En qué se diferencian las nuevas generaciones de enólogos a las anteriores?

- Todos se necesitan, las generaciones anteriores han tenido un rol importantísimo en una época que era totalmente diferente. Imagináte a Ángel Mendoza hace 30 años y el rol de Daniel Pi hoy . La gente le preguntaba a Ángel hace 30 años con lo que le esta preguntando a Daniel hoy. Creo que las generaciones siguen y los nuevos se nutren de lo que hicieron y van haciendo los otros.
Hoy, Argentina tiene una muy buena escuela de enólogos y la nueva generación Daniel Pi, Walter Bressia, Pelleriti y atrás de ellos con 10-15 años menos están llegando una camada increíble que seguirá avanzando y progresando. Pelleriti ha necesitado a los viejitos como yo y ahora está ensañando a las nuevas camadas y la cadena va a seguir avanzando. Hoy Argentina tiene una excelente escuela de enólogos.









martes, 15 de agosto de 2017

Michel Rolland

"El vino argentino superó en imagen a la competencia chilena"


El famoso enólogo francés asegura que el potencial de crecimiento internacional del malbec sigue intacto, pero reclamó medidas para ayudar a los productores locales.


     A contramano de las voces que piden que la industria vitivinícola argentina debe apostar por una diversificación de su producción e incursionar con nuevas cepas, Michel Rolland sigue siendo un fundamentalista del malbec. El winemaker más influyente del negocio del vino -hoy está trabajando con catorce bodegas de todo el mundo y se la pasa viajando seis meses al año- no duda a la hora de defender el potencial internacional que tiene el malbec, y asegura que todavía hay terreno para que la industria argentina siga creciendo de la mano de su emblemático varietal. "El país puede hacer buenos cabernet sauvignon, pero en este terreno tiene que competir con Francia y los Estados Unidos. En cambio, el malbec argentino no tiene rival y además cuenta con la ventaja de que sus vinos son buenos desde el Norte hasta el Sur. El país tiene la suerte de haber podido desarrollar una variedad casi privada", señaló en diálogo con LA NACION.

     Hace casi treinta años que visita la Argentina y asegura que en estas tres décadas, el cambio que vivió el negocio del vino fue completo. En la actualidad asesora a bodegas en todo el país, de Neuquén a Salta, y desde hace unos años también se decidió a invertir en un proyecto propio en el Valle de Uco, Mendoza, donde ya había puesto un pie trabajando con los inversores franceses que integran Clos de los Siete.

     "A los inversores nos castigaron demasiado en los últimos diez años. Hoy está andando un poco mejor, pero no es tan fácil. La Argentina es un país fenomenal para invertir y hay mucha gente afuera que quiere hacerlo. Hay que ayudar a los productores nacionales", asegura en su doble condición de asesor de proyectos para terceros y empresario bodeguero con inversiones propias en el mercado argentino.

-¿Cómo llegó al negocio del vino?

Vengo de una familia de viñateros. Me crié hablando del vino primero con mi abuelo y después con mi papá, y más tarde estudié Enología en la Universidad de Burdeos. La verdad es que nunca pensé que iba a viajar para hacer vinos en todo el mundo, pero siempre fui una persona muy curiosa, y cuando llegaba a un lugar iba a visitar los viñedos. Ahora, después de cuarenta y pico de años de trabajar en esto, puedo decir que soy un poco conocido en el mundo del vino.

-¿Cómo es su vida profesional? ¿Cuánto tiempo al año se la pasa viajando?

-En mi vida hay muchos viajes. Paso seis meses en Francia y seis meses afuera. Estoy dos meses en la Argentina, otros dos en Estados Unidos y el resto repartido en otros países. En total estoy haciendo vinos en catorce países y a lo largo de mi carrera trabajé en 21 naciones.

-¿Cómo evalúa la evolución que tuvo el vino argentino?

-Lo que vivió la Argentina no fue sólo una evolución. Cambió todo. Yo llegué al país en 1988. Y en esa época, la Argentina era un productor de vinos muy grande, pero enfocado exclusivamente en el mercado doméstico y casi no se exportaba. Lo que hacía el país era un producto barato y no de muy buena calidad. Hoy es al revés, desapareció prácticamente el vino de mala calidad. Y tenemos un producto muy bueno, aun en los vinos de entrada de gama que mejoraron muchísimo.


-Hace unos años que las exportaciones del vino argentino no crecen. ¿No hay un riesgo de estancamiento de la industria?

-Hoy no se crece tan rápido como quisieran los argentinos. Pero igual avanzó muchísimo. Recuerdo que hace diez años, cuando se estaba exportando por cerca de 500 millones, en una entrevista que me hicieron me preguntaron si algún día íbamos a llegar a 1000 millones. Y tres años después lo habíamos logrado. El país igualmente sufrió una crisis, especialmente a partir de 2008, que afectó a todos los mercados internacionales. Pero lo importante es que como quinto productor del mundo, la Argentina tiene su espacio y una imagen muy lograda a nivel internacional. No quiero sonar desagradable con los amigos chilenos, pero creo que la Argentina superó en imagen al vino chileno.

-¿Qué diferencia al vino argentino a la hora de salir al mundo?

-La cepa. No es fácil desarrollar un buen malbec en otras partes del mundo. En la Argentina se puede tomar un malbec muy bueno en Cafayate y también 2000 kilómetros al sur, en Neuquén. Sería como lograr hacer un muy buen cabernet sauvignon en Londres y en Marruecos. Algo imposible de conseguir en el hemisferio norte.

-A nivel local se discute si hay que seguir apostando al malbec o diversificarse. ¿Ve alguna cepa con mucha proyección?

-La Argentina tiene la suerte de tener una variedad que existe en otros países, pero que acá se da con una gran producción y gran calidad, lo que explica la fama bien ganada que tiene el malbec en todo el mundo. El país puede hacer buenos cabernet sauvignon, pero en este terreno tiene que competir con Francia y los Estados Unidos. En cambio, el malbec argentino no tiene rival y además cuenta con la ventaja de que sus vinos son buenos desde el Norte hasta el Sur. El país tiene la suerte de haber podido desarrollar una variedad casi privada. Estoy convencido de que hay que hablar del malbec, porque lo tiene solamente la Argentina.

-En la industria se habla mucho del terruño. ¿Es un concepto marketinero?

-El terruño existe. En todas las partes del mundo existe. Pero creo que el peligro de hablar tanto del terruño es olvidarse del producto. Lo primero que hay que hacer es el vino y después hablar del terruño.

-En los negocios hay una máxima que dice que a toda industria le llega su Airbnb. ¿Hay algo disruptivo en el mercado del vino?

-El mercado siempre está buscando algo nuevo. Así como en el mundo de los aviones están las aerolíneas low cost, en el vino hay fórmulas para captar la atención de los consumidores. Por eso hay que luchar todos los días. La competencia es muy grande y para ganar hay que ser mejor que todo el resto.

-En la Argentina no sólo trabaja como asesor, también está invirtiendo en una bodega propia en el Valle de Uco. ¿Qué lo llevó a apostar por el país?

-Desde un principio me encantó el país. Lo primero que conocí fue Cafayate, hace ya treinta años me enamoré del lugar y de los argentinos en general. Igualmente, trabajar con los argentinos puede ser un poco más complicado, y especialmente de entrada cuando no hablaba bien español.

-¿Cuál es el problema? ¿El ego que tienen los argentinos?

-Los argentinos no son tan fáciles para todos los días. De entrada fue un poco complicado. Este país tiene todo. Es una tierra maravillosa. Conozco muy bien todo el país. Y me encantaron los vinos, aun en un momento en que la producción no era tan buena se veía el potencial muy fuerte que tenía el país.

-¿El país tiene potencial para crecer en el negocio del vino o ya está maduro?

-Por supuesto que tiene un potencial enorme, pero hay que ver a nivel nacional las políticas para ayudar a los inversores. A los inversores nos castigaron demasiado en los últimos diez años. Hoy está andando un poco mejor, pero no es tan fácil. La Argentina es un país fenomenal para invertir y hay mucha gente afuera que quiere hacerlo. Hay que ayudar a los productores nacionales.

lunes, 14 de agosto de 2017

Las Andanas: un blend que cuenta historias

El enfoque de Darío Le Bihan


   Todo parece muy sencillo y hasta casi obvio, pero en aquellos días del siglo XIX, las ideas estaban al servicio de solucionar los grandes desafíos que se presentaban día a día. Sólo imaginar el mérito de crear auténticos microclimas (entre cuatro paredes), sin climatización mecánica alguna, todo de manera natural, es increíble!

       Las bodegas enfrentaban un fuerte aumento de la demanda, lo que obligaba a almacenar un mayor volumen, y el paso de un sistema de añadas al imperante hasta nuestros días de cavas, que requerían condiciones específicas. La argucia e ingenio de las construcciones son fruto de la experiencia y del estudio y de ahí que sigan todas, un patrón común en el que se busca potenciar las condiciones benignas del clima y paliar las menos favorables, siempre en busca de lograr unos vinos únicos, gracias al microclima que se crea en ellas.

       El vino es algo vivo, y si a la vid las condiciones del terruño influyen en su fruto, normal es pensar que estás también incidirán en el vino. El vino, requiere condiciones lo más estables posibles, que no superen  los 17° y que no bajen de 14°C. La humedad debe estar en torno al 70%. Algo, en principio sencillo dado el clima de algunas zonas, pero que no sería posible sin estas cavas, donde se da un hábitat bioclimático tan especial. Uno de sus éxitos consiste en lograr la estabilidad higrotérmica, sin grandes desviaciones entre el día y la noche, o entre los meses más fríos y los más cálidos. Donde se estivan las barricas, por cada metro cúbico de vino hay unos 18 de aire para el correcto desarrollo de las levaduras. Todo en el tipo de arquitectura empleada tiene un porqué y la finalidad práctica de facilitar las labores en la bodega.


      Las barricas se apilan unas sobre otras, en general hasta un máximo de cinco filas. Y es allí donde aparecen las andanas. Ellas son el espacio por el que circulamos dentro de la cava, donde los  caldos evolucionan dentro de las barricas de roble destinadas para su letargo circunstancial. Andana etimológicamente se compone del verbo neutro intransitivo “andar” y del sufijo “ana” que indica relativo o perteneciente a. 

     En la Bodega Casta del Sur se elabora un Blend de Malbec y Cabernet Souvignon al que llaman Las Andanas. Es un blend que mixtura los colores y sabores provenientes de éstas cepas. Copa a contraluz muestra tonos rojizos y reflejos violetas; con colores vibrantes y de gran brillo. Una inspiración nos permite apreciar aromas complejos de pimientos y frutos rojos maduros de excelente intensidad, se perciben notas de vainilla y tabaco provenientes del paso por roble. A la boca llega elegante, armonioso y dulce. Finalmente se entrega de modo amable. Aunque los vinos parecen estar envueltos en un halo de mágico misterio, hay que recordar que siempre hay una explicación lógica detrás de ellos, fruto del saber y la experiencia y no de la casualidad.

domingo, 13 de agosto de 2017

Vinexpo 2018


Australia país invitado en Vinexpo Hong Kong 2018




      Australia país invitado en Vinexpo Hong Kong 2018, tras Italia que fue el país invitado en 2016. Se celebrará entre los días 29 y 31 de mayo del año que viene y se ha decidido proponer a Australia porque es “uno de los países productores más interesantes en el mercado global actual. La diversidad de su terruño y sus denominaciones libre de muchas normas han permitido a los productores australianos ir a la vanguardia de la innovación y la experimentación de nuevas variedades de uva, teniendo un crecimiento que fue apreciado por la crítica, la sommeliers y consumidores”, dice una nota de Vinexpo.

      Sin duda es una gran oportunidad de crecimiento para el país que ya es el quinto mayor exportador de vino del mundo y el segundo en China. “Vinexpo está realmente orgullosos de dar la bienvenida a Australia como el país de honor para el vigésimo aniversario de su presencia en Hong Kong. Esta decisión refleja la creciente deseo de los consumidores de Asia para el Australian Wine y Vinexpo celebra la vitalidad de la industria del vino en Australia”, dijo Guillaume Deglise, CEO de Vinexpo. El programa detallado edición se dará a conocer en los próximos meses, pero ya sabemos que habrá espacios dedicados, programas de entrevistas, seminarios y degustación exclusivo dedicado a los vinos australianos.

     “Es una gran oportunidad para poner de relieve la diversidad y la alta calidad de los vinos australianos. China es nuestro mercado exterior que crece más, y siendo el país de honor en Vinexpo Hong Kong nos ayudará a consolidar nuestra posición en este mercado y nos permitirá dar a conocer la variedad de vino australiano”, dijo Andreas Clark, CEO de vino Australia.

http://www.recetum.com/

viernes, 11 de agosto de 2017

Vino y Juventud

El resveratrol del vino tinto puede ralentizar el envejecimiento cerebral


     El resveratrol del vino tinto puede ralentizar el envejecimiento cerebral, según un reciente estudio presentado por científicos del Virginia Tech Research Institute Carilion. El resveratrol es un compuesto polifenólico que se encuentra de forma natural en los cacahuetes, en la piel de las uvas rojas y por lo tanto, en el vino tinto.

     Ya comentamos estudios anteriores que indicaban que este compuesto minimizaba los riesgos de cáncer, que contrarrestaba los peligros de una dieta alta en grasas y que podía ayudar a prevenir el Alzheimer .
Indican que el resveratrol posee muchos de los beneficios neuroprotectores de una dieta baja en calorías y ejercicio, lo que lleva a la protección de las sinapsis en el cerebro para retrasar su envejecimiento.

     El estudio, publicado en The Journals of Gerontology, Serie A: Ciencias Biológicas y Ciencias Médicas, ha probado en ratones adultos que tras el tratamiento con este compuesto durante un año, el envejecimiento cerebral se ha ralentizado de forma clara frente a los ratones que no han tenido este tratamiento.

     Estudiando el efecto en las sinapsis en el cerebro en las llamadas uniones neuromusculares, comandos de motor que se derivan de las neuronas en la médula espinal a los músculos, el equipo fue capaz de demostrar que el resveratrol era capaz de preservar las fibras musculares a medida que envejecemos y ayudar a proteger las conexiones entre las neuronas, llamadas sinapsis, de los efectos negativos del envejecimiento.

     “Ir más lento a medida que envejecemos”, dijo Gregorio Valdez, profesor asistente en el Instituto de Investigación de Tecnología Carilion Virginia, quien dirigió el estudio. “Problemas de equilibrio, deterioro de la coordinación motora, falta de movilidad, son algunos de los potenciales beneficios de este tratamiento. Trabajamos en la identificación de los cambios moleculares que ralentizan los déficits motores que se producen con el envejecimiento. Creo que nos estamos acercando a aprovechar los mecanismos para frenar la degeneración inducida por la edad de los circuitos neuronales”.

     El equipo también descubrió que el fármaco metformina que a menudo se prescribe para combatir la diabetes tipo 2, también ralentizado el ritmo de envejecimiento de la fibra muscular en ratones, pero no afectó significativamente el envejecimiento de las uniones neuromusculares. Sin embargo, el fármaco puede posiblemente proteger sinapsis en diferentes cantidades de dosificación, añadió Valdez.